Una de las cosas que más me preocupa durante esta pandemia son mis dos abuelas. Podría decir que tengo la mala suerte de que una vive en Francia y la otra, en Madrid. Llevo meses sin poder verlas y con la incertidumbre de cuando podré hacerlo. Además, ellas forman parte del grupo de riesgo y me preocupa que se puedan contagiar. Están solas, sin poder recibir visitas, prácticamente aisladas y me preocupa que esta ausencia de actividad les pueda perjudicar. Y precisamente, como las echo mucho de menos, me gustaría dirigirme a todos los nietos y nietas de España que tienen la suerte de vivir cerca de sus abuelos y abuelas para decirles que, siempre respetando las medidas de seguridad necesarias, no dejéis de visitar a vuestros abuelos y abuelas. Aunque sea, mantened un contacto telefónico. Necesitan veros y escucharos más que nunca, en este periodo de tiempo en el cual no se sabe que sucederá en el día de mañana.
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