El nuevo problema de salud pública en España tiene mucho que ver con el sueño

El desarrollo de la persona en la niñez y la adolescencia no se consigue solo con trasmitirles conocimientos y darles educación. La salud también es trascendental en esa época de la vida. Y dentro de ella el sueño juega un factor clave y es uno de los pilares del bienestar futuro, tan importante como la alimentación y el ejercicio. 

Según señalan los especialistas de la Sociedad Española de Medicina General, en los últimos años, los adolescentes y la sociedad han instaurado una cultura en la que se deteriora el sueño y su calidad.

Estamos generando una preocupante deuda con el sueño

Se sacrifican horas de sueño en favor de disponer de más tiempo para el ocio o para el trabajo/estudio, lo que está generando una deuda con el sueño, con lo que esto supone para la salud. 

Pero esta falta de horas de sueño es especialmente preocupante entre los adolescentes, que según los expertos en medicina general están durmiendo menos horas de las 8 o hasta 10 que se recomiendan en esas edades.

Como consecuencia de ello, su salud y su vida diaria se está viendo gravemente alterada en tres ámbitos. 

• El lado emocional que provoca un aumento de la irritabilidad y la tolerancia, además de incrementar las ideas de suicidio.
• Las capacidades sociales que se ven alteradas por esa falta de sueño que afecta a los adolescentes y provoca, entre otras: dificultades para relacionarse, alteraciones del comportamiento, agresividad, conductas desajustadas, consumos de sustancias...
• Rendimiento cognitivo, sobre el que los especialistas no tienen dudas de que también se ve afectado, y se manifiesta, por un lado, en problemas de atención y memoria, dificultades por fatiga, rendimiento deficiente, fracaso escolar... y también en problemas de salud como ansiedad, depresión, diabetes o un mayor riesgo de obesidad. 

Es una función vital

Ante este panorama que acabamos de describir, los expertos insisten en la necesidad de recordar a la sociedad la importancia de proteger el descanso de los adolescentes, tanto en su duración como en la calidad del sueño. 

Tal y como nos ha explicado la doctora Odile Romero, coordinadora de la Alianza por el Sueño, Jefe clínico de Neurofisiología y coordinadora de la Unidad del Sueño del Hospital Vall d'Hebron y Hospital Quirónsalud de Barcelona, y miembro de la Sociedad Española del Sueño (SES). 

• “El sueño es necesario para vivir y tener un buen estado de salud. Se trata de una función vital para reponer la energía que hemos consumido a lo largo del día, limpiar nuestro organismo y conseguir tener la energía para poder hacer todas las cosas que tenemos que hacer al día siguiente y sentirnos bien”,

El uso de pantallas es determinante en la falta de sueño de los adolescentes

El último estudio realizado por la Fundación Gasol, estudio PASOS, revela que prácticamente la mitad de la población infantil y adolescentes españoles (12-16 años) no cumple con la recomendación de horas de sueño de 10 horas y 9 horas, respectivamente. 

• Y lo que resulta más preocupante es que esta falta de horas de descanso ocurre todos los días de la semana, tanto si al día siguiente tienen que acudir a colegios e institutos, como durante los fines de semana. 

El Estudio PASOS también refleja el aumento exponencial de la presencia de las pantallas en la vida diaria de niños y de los adolescentes.

• Según los resultados, 6 de cada 10 menores supera las 2 horas recomendadas de uso de pantallas entre semana, mientras que 8 de cada 10 supera la recomendación el fin de semana consumiendo más de 5 horas al día. 

Este uso excesivo de las pantallas está alterando los ciclos de sueño y vigilia en el menor, hasta tal punto que más de la mitad (56,8%) de los adolescentes no cumple las horas de sueño recomendables. 

• Una cuestión que está afectando a su salud psicológica y física ya que su estado de ánimo es más irascible y su nivel de energía es más bajo para poder realizar deporte debido a los niveles de fatiga física y mental.

Como explica la doctora Romero:

• “El uso creciente de las pantallas y la luz azul hace que se engañe al cerebro y que este piense que aún es de día, por lo que hace que se inhiba la producción de melatonina, lo que dificulta el inicio del sueño y provoca problemas a la hora de conciliar el descanso”. 

“Por ello, es fundamental concienciar a nuestros adolescentes sobre todo no usar dispositivos móviles en las horas previas a la hora de dormir porque producen una hiperactivación cerebral que afecta negativamente en la cantidad y calidad del sueño”, concluye.

¿Cómo conseguir que nuestros adolescentes entiendan que el sueño es necesario?

Pues los especialistas ofrecen algunas claves: 

• Concienciarles del uso de los dispositivos. Deben aprender cómo, cuánto y cuándo usarlos. 
• Que entiendan que es fundamental mantener una hora fija de acostarse.
• Eliminar distracciones de la habitación. 
• Que conozcan cuáles son los síntomas del insomnio o la importancia de consultar a un especialista cuanto antes, antes de buscar información en internet o consumir cualquier tipo de sustancia. 

Como explica Miguel Ángel Lacueva, presidente de la asociación de pacientes Asenarco:

• “Ante los primeros síntomas, es importante consultar con vuestro médico de atención primaria para que pueda valorar vuestro caso antes de que el problema se agrave y tenga mayores consecuencias. Un trastorno del sueño tratado a tiempo evita que afecte en las relaciones sociales o en vuestro día a día”