Ábalos y ETA: futuro incierto del PSOE y peligroso pellizco en el PP

El patio político está que arde. No hay un partido que no tenga su lío. Uno son más de entraña, de bolsillos avaros y de futuros inciertos (el caso Koldo y sus consecuencias en el Gobierno y en el PSOE) y otros de darse pellizcos inesperados y peligrosos en heridas que aún sangran (el PP y su agitación interna por su apoyo a una reforma que beneficia a etarras con acumulación de condenas). Les cuento, para que echen sus cuentas.

El PSOE.- Los socialistas no tienen buena semana, especialmente en los tribunales. Pero cuando las siglas de un partido por uno u otro motivo están pendientes de las noticias que emanan de un juzgado, mala señal. La causa contra Begoña Gómez, la mujer del presidente Pedro Sánchez, no será archivada de inmediato como ansiaban en Moncloa y en la sede de la madrileña calle Ferraz. Así lo ha decretado un reciente auto de la Audiencia de Madrid. El equipo de Isabel Díaz Ayuso ya está buscando fórmulas para que Gómez pase un mal rato en la Asamblea madrileña forzando a que acuda allí para que explique sus relaciones con la Universidad Complutense.

Súmenle que el caso Koldo está entrando en una dimensión desconocida. Las últimas informaciones de este diario sobre el informe de la UCO elaborado en torno a esta trama señala, entre otras cosas, que el conseguidor Víctor Aldama utilizó al exministro José Luis Ábalos y al propio Koldo para "influir en el rescate de Air Europa". Los investigados (escuchados y espiados bajo orden judicial) refieren supuestos contactos con el presidente Sánchez y con la exvicepresidenta Nadia Calviño para atar el reflote de la compañía. El tema se pone más que serio, porque la imputación de Ábalos parece estar ya en capilla… el Congreso debe decidir si concede el suplicatorio cuando lo solicite el Supremo, dado que es aforado. Si los socialistas facilitan esa imputación, y no tienen otro camino, ya pueden olvidarse de contar con el escaño (y el voto en una legislatura tan ajustada) que el exministro mantiene desde el Grupo mixto. 

El PP.- Alberto Nuñez-Feijóo está rodeado de espinas estos días. Otros líderes del partido ya han vivido lo que es adoptar decisiones políticas, voluntaria o involuntariamente, que reciban el reproche de las víctimas de ETA. Para un partido con una larga lista de asesinados por la banda terrorista cuando estaba activa, y que gusta de rodearse de las asociaciones siempre que tiene ocasión, es letal recibir su crítica. Lo están comprobando. La cúpula popular trata, como puede, de recomponerse de una gravísima crisis interna creada por su apoyo inexplicable en las Cortes a una reforma legal emanada de una transposición europea y que permitirá rebajar condenas acumuladas de etarras.

Se habla de un error en el grupo parlamentario. Pero más bien es una dejación de responsabilidades en cadena o una falta de interés por la lectura de los documentos oficiales o falta de capacidad para entenderlos. Es complicado decidir cuál de las opciones les deja en mejor o peor lugar. Tan grave es lo sucedido, según los baremos que los populares suelen usar frente a otros partidos, y tan grande la estupefacción que genera su apoyo durante seis meses de tramitación a la polémica reforma y su ahora "pero yo no quería…" que ha habido propuestas de dimisión sobre la mesa. Feijóo, al menos de momento, no las acepta.

La organización está volcada en intentar hacer pedagogía (hay que decir que, hasta el momento, sin excesivo acierto) para evitar la desafección de las bases y del propio electorado. Los dirigentes de distintos territorios -alcaldes, concejales, además de diputados- relatan amargamente cómo en sus provincias, municipios e incluso núcleos personales los reproches no dejan de sucederse. "La gente no entiende cómo ha podido pasar esto", coinciden varios cargos, según explica la periodista de esta casa Paloma Esteban en una de sus crónicas. Además, barones, altos cargos y diputados consideran que el jefe de la oposición debería hacer como mínimo cambios en el grupo del Congreso que dirigen Miguel Tellado y Macarena Montesinos para calmar las aguas, informa otra de nuestras especialistas en política, Pilar Santos. El pellizco inesperado ha despertado una herida mal cerrada. Atentos a una cuestión que es de piel.