Mientras unos fabrican bolas de nieve y se hacen selfis, otros no tienen con qué calentarse ni qué echarse a la boca. Así somos en España. La inacción de nuestros dirigentes pese a la advertencia de los meteorólogos es de una irresponsabilidad supina. Ahora el pato lo paga la UME y los ciudadanos con palas, mientras ellos están en sus confortables casas calentitos viviendo su irrealidad como si ninguna desgracia fuera con ellos. Como siempre, siguen practicando la distancia sin saber lo que ocurre a pie de calle.
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