El pasado viernes 29 de julio mi padre se disponía a coger su autocar a Galicia en la Estación de autobuses Barcelona Nord, con su billete y el asiento asignado. Pues bien, los señores de la compañía, Alsa, se dieron cuenta minutos antes del viaje de que el conductor asignado para dicho recorrido no podía hacerlo porque llevaba ya había conducido durante siete días.
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¿Cuál fue la solución de Alsa, con las taquillas cerradas y sin nadie que se hiciera cargo de la situación? Al parecer, dejar tiradas en la estación a 50 personas mientras los guardias de la estación intentaban que alguien de la compañía se personara en la misma. Mi padre pudo salir una hora y media más tarde en un autocar subcontratado por Alsa y todavía no se había presentado nadie.
Muchas gracias, Alsa.