La reciente moda de comer excesivamente sano y obsesionarse con el ejercicio, unido al uso de filtros en las redes sociales que mejoran tu imagen, así como la presión social en Instagram, donde solo se ven cuerpos perfectos, han hecho aumentar las conductas de riesgo entre los adolescentes y ha desencadenado la iniciación temprana de jóvenes en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
Entretodos
Vivimos en una sociedad en la que se nos exige que seamos perfectos en todos los aspectos y situaciones de la vida, sin pararnos a pensar que nadie nace con las medidas 'perfectas' establecidas y que no todos somos iguales. Cada persona es un mundo y cada persona tiene su cuerpo.
Creo sinceramente que en los colegios deberían incidir más en hablar sobre la salud mental y física, ligada al error de estar comparándonos siempre con personas que muestran una vida totalmente irreal en redes sociales.
Tenemos que aprender a querernos bien, con nuestras virtudes y defectos, y eso deberían enseñárnoslo desde bien pequeños para evitar estos problemas en un futuro.