Los niveles tan altos de desigualdad de España se deben tanto al mal funcionamiento del mercado de trabajo como a la menor capacidad del sistema de impuestos y prestaciones para reducir la desigualdad. Los impuestos sobre la riqueza contribuyen poco a la redistribución y están muy limitados por los bajos niveles de cumplimiento fiscal, algunas exenciones, desigualdades territoriales y problemas de evasión y elusión fiscal.
Entretodos
Estas dos afirmaciones hechas así, en seco, mientras estamos inmersos en el desastre de la covid-19, y sin explicar, parecen más propias de una ideología muy revirada hacia la izquierda ultramontana, que de alguien que busque el acuerdo y la colaboración público-privado, tan necesaria en estos momentos. Sin embargo, yo las he leído en un informe académico financiado y publicado por una fundación para la acción social de una de las principales entidades bancarias del país, nada sospechosa de izquierdismo. ¿Alguien va a hacer, alguna vez, algo al respecto?