Desde hace cinco años utilizo el transporte público para desplazarme a mi trabajo, y especialmente las líneas del tren de Rodalies R1 y RG1. Si tuviera que enumerar las incidencias diarias no tendría suficiente espacio para exponerlas. Pero lo podría resumir y concretar en lo que pasa en la estación de L'Hospitalet. Desinformación, eliminación de trenes sin previo aviso, se anuncia un tren y no se presenta el maquinista, convoys sin aire acondicionado y que van a rebosar.
Entretodos
La lista, como he dicho, es interminable, y lo peor del asunto es que nadie da la cara ni responde ante estas tropelías diarias. La gente, obstinada e indignada, lo paga con el agente de información, al que también tienen desinformado. Esto pasa día sí, día también en esta estación, y creo que el servicio y la atención que dan es tercermundista.