Es muy fácil culpar a los gobiernos de este empeoramiento de la pandemia. Si son estrictos, malo; si no, también. No somos niños pequeños que necesitamos, continuamente, una mano que nos guíe. Tenemos un cerebro y un poder de decisión para hacer lo correcto o no.
Entretodos
Somos los responsables de utilizar mal las libertades que conceden los gobiernos respecto a las medidas del covid. Sabemos lo que tenemos que hacer, jóvenes y mayores: que no suban los contagios, que no haya más muertes, que el sistema sanitario no se colapse: es nuestra responsabilidad. No necesitamos de un Gran Hermano.