La verdad es que yo siempre he visto la salud mental como un tema muy ajeno a mí, que no tenía nada que ver conmigo. Pero hace unos meses que sufro de un dolor crónico que ningún médico me ha sabido definir. Y el eterno diagnóstico me está generando ansiedad y nerviosismo. Dos palabras que antes utilizaba a la ligera y ahora yo misma sufro. Es más, en este periodo me doy cuenta de lo importante que es tener un entorno seguro. Hablo de una familia, amigos o pasatiempos con los que disfrutas. Porque es fundamental tener a alguien o algo que te haga disfrutar. Cuando pienso en las personas que no tienen esta red de ayuda comprendo lo difícil que debe ser salir de situaciones de depresión o trastornos mentales. Porque el entorno de la persona juega un papel crucial en la salud mental, y no todos tenemos la misma suerte.