Confieso que me ha sorprendido la insistencia del PSC por mantener las elecciones el 14-F, y posteriormente su insistencia por celebrarlas antes de Semana Santa. Soy de los que piensan que los partidos políticos maniobran antes movidos por el tacticismo que por el interés general. Pero si ambos coinciden, mejor que mejor para su imagen pública.
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Eso me lleva a preguntarme qué puede suceder después de Semana Santa y antes del verano, que pudiera afectar electoralmente al PSC. Y solo se me ocurren tres cosas: que el Gobierno se vea ya obligado a pronunciarse sobre el indulto a los presos políticos (y tengan pensado no indultarlos), que todavía no se haya pronunciado al respecto y que se produzca en el Europarlamento la votación sobre el suplicatorio que afecta a Puigdemont, Comín y Ponsatí (en la que el PSOE tenga previsto muy probablemente votar a favor de que se les quite la inmunidad parlamentaria).
Si fuera así, yo en su lugar tampoco querría retrasar la fecha de las elecciones. Pero solo son especulaciones.