El gran escándalo de las filtraciones de datos de millones de usuarios de Facebook, con fines de manipulación política, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la población ante el abuso (cada vez mayor) de las nuevas tecnologías y de quienes las controlan.
Entretodos
La inocencia de los usuarios de las redes sociales les lleva a publicar en ellas todo tipo de información privada que luego se venderá o directamente será apropiada por depredadores sin escrúpulos.
Todo está expuesto, en el amplio sentido de la palabra, y al alcance de cualquiera. Por eso, debemos emplearlas con moderación, sin desvelar toda nuestra información personal, preservando la intimidad y que consten de un un código ético y apropiado que las regule y evite el uso ilegal de nuestros datos.