Encontrar un vino que maridara bien con el menú no era fácil. La carta era amplia y por eliminación nos quedamos con cuatro candidatos: un ‘Riojoy’, un ‘Ribera’, un ‘Pedro Ximénez’ y un ‘Iglesias del Condado de Huelva’.
Entretodos
Nos dieron a probar los cuatro.
El ‘Riojoy’ tenía el corcho corrupto y el caldo estaba en mal estado. Al ‘Ribera’ le faltaba tiempo en botella. El ‘Pedro Ximénez’ estaba mejor en nariz que en boca y el 'Iglesias’ tenía el tanino agresivo y rascaba un poco al pasar por la garganta.
Como no queríamos pasar por el trance de una nueva elección, nos decantamos por cerveza para todos.