Intento representar con este artículo a una parte importante de la comunidad educativa, concretamente a todos aquellos maestros que dedican tantas horas a la enseñanza, acompañando al alumno en el proceso de aprendizaje.
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El 27 de noviembre fue el Día internacional del Maestro, y seguro que para algunos pasó desapercibida esta fecha. Sin embargo, creo que en estos tiempos en los que su figura no está suficientemente considerada, es importante volver a sus orígenes y explicar que la palabra 'maestro' proviene del latín 'magister', vocablo que está compuesto por el adverbio 'magis' que significa 'más', y que hacía referencia al que estaba más experimentado en una actividad cualquiera, y por eso dirigía y ordenaba: era la máxima autoridad.
Me gustaría compartir la opinión de dos grandes personajes: el famoso escritor Albert Camus quien, al ganar el Premio Nobel de Literatura en 1957, dedicó estas palabras de agradecimiento en una carta escrita a su maestro: “No es que le dé demasiada importancia a un honor de este tipo, pero este galardón me ofreció al menos la oportunidad para decirle lo que usted representó y sigue representando para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, y el generoso corazón que usted puso en ello, continúan siempre vivos en la memoria de uno de sus pequeños escolares, que, a pesar de los años, no ha dejado de pensar como un alumno agradecido”.
También Alejandro Magno declaró: “Estoy en deuda con mi padre por vivir, pero con mi maestro, por vivir bien y saber lo que sé”.