Mi madre, Amparo Rodríguez Salgado, de 77 años, era gallega, de Ourense, de una aldea pequeña llamada Filgueira. Vino recién casada a Barcelona, con apenas 19 años, con mi padre y conmigo. Luego nació mi hermano. Murió en Barcelona, y el último adiós, o mejor dicho el permiso para dejarla ir, se lo di yo... Al menos pude darle un último beso a través del epi completo y su respirador.
Entretodos
Envíanos el obituario de un ser querido que hayas perdido durante la pandemia
EL PERIÓDICO activa la iniciativa En Memoria de Todos Ellos
Para ti, mimosa, tanto quisimos cuidarte y tan poco pudimos protegerte. Duerme, paloma, duerme, siempre viva en nuestros corazones.