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"Soy mujer trabajadora, esposa y madre y mi clase social es la del 'ni tanto ni tan poco'"

Una madre vota acompañada de su hijo, esta mañana en Madrid. / José Luis Roca

El 'quid' del "ni tanto ni tan poco": Ni tanto como para vivir al margen de la ley y de las normas establecidas por la claase alta de este país y de esta comunidad ni tan poco como para admitir ante mis vecinos que sufrimos para llegar a fin de mes. Así es la vida en esta ciudad que acoge desde hace unos años a mi pequeña y moderada familia y que no deja de darme dolores de cabeza a la vez que impide que pueda desarrollar un futuro que, a los de mi generación (la del 83) se nos convenció que podríamos alcanzar a los que tuvimos las suerte de estudiar en una escuela concertada.

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Ser mujer trabajadora, esposa y madre en una estructura en la que no se te permite ser todo a la vez. Y me diréis "hora hay muchas ayudas, ahora las mujeres os podéis empoderar, ahora las mujeres queréis y ya tenéis igualdad...". Sí, señores: el problema no es lidiar con un hombre, es lidiar con todas aquellas personas a las que no quiero y con las que no he elegido lidiar, pero debo hacerlo: ayuntamientos que no te ayudan con los servicios públicos, policías que no te escuchan porque no gritas lo suficiente... y todo por una sola razón: porque soy de la clase del "ni tanto ni tan poco": ni lo suficientemente pobre, machista, mamá, hija, trabajadora... ni lo suficientemente rica, feminista, mujer de casa. No tengo una clase social, no tengo espejo social en el que mirarme, no tengo ejemplos a seguir que se parezcan a mí. Nadie me ha amparado nunca porque no hay amparo ni marco económico ni social en el que pueda esconderme o pedir ayuda.

Hoy me han dicho por primera vez que mi voz no vale tanto como la de alguien a quien ni siquiera conozco porque esa persona ejerce un cargo público y tengo y debo darles la razón. Pero no me conformaré, seguiré hablando, seguiré trabajando y seguiré estando al margen de los estándares sociales que ni me miran ni me juzgan por no estar en los límites de establecido. Estoy dispuesta a decir que existimos, que aportamos y que vivimos en la línea del 'Ni tanto ni tan poco'.