Nuestra sociedad es increíblemente reacia al cambio. Nos asusta, nos genera miedo el no conocer qué vendrá. Y es que hay un refrán que lo escenifica perfectamente: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”.
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Los avances ideológicos en nuestra sociedad cada vez son más fuertes, cobran más poder y exigen mayores cambios. Pero como siempre, la sociedad aún se aferra a aquello conocido, aquello que les genera una estabilidad. Movimientos como el feminista, o los de identidad de género exigen al mundo una adaptación a su nueva realidad, y este siempre se resistirá. Y es de aquí de donde se ha generado el movimiento conocido como 'Sigma Male'.
Un movimiento que predica los valores de la masculinidad más tradicional. Un movimiento que choca directamente con conceptos del feminismo actual y que frena el avance de este. Un movimiento surgido para contrarrestarlo. Y la realidad es que funciona entre el público joven. Grandes figuras de influencia sobre todo del panorama americano se suman a estos referentes del movimiento haciendo que muchos jóvenes en etapa de crecimiento interioricen estos valores.
Y tenemos que detener la caza de brujas a estos jóvenes que creen en el movimiento. Y en vez de calificarlos de mil maneras, plantearnos qué estamos haciendo mal como sociedad para que un movimiento como este tenga tanto impacto hoy en día, para que los jóvenes se identifiquen tan fácilmente con estos pensamientos. ¿Y si se generara un movimiento de masculinidad diferente y alternativo? Tenemos mucha reflexión pendiente por delante, pero una cosa debe quedar clara: el acoso o la cancelación no son el camino. Todos somos la sociedad, incluidos los que piensan distinto.