Está a la orden del día. La televisión, las redes sociales, los periódicos... Todo es un constante recordatorio de la situación de emergencia climática. Y así es, todos deberíamos hacer un pequeño esfuerzo para cambiar nuestros hábitos.
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Por eso me pregunto: ¿Cómo es posible que a estas alturas no haya un sistema de recogida de basuras que nos permita a los vecinos del Gótico reciclar?
Las calles del centro de la ciudad de Barcelona se llenan cada noche de malos olores provenientes de desechos abandonados en los portales sin ser separados ni reciclados.
Poco avanzaremos en la lucha contra el cambio climático si barrios enteros de vecinos continúan sin poder reciclar porque se lo impide un sistema que debería haber cambiado hace ya mucho tiempo.