Se celebra estos días en la ciudad suiza de Davos (muy propio el país del chocolate y de finanzas claras o no, para estos menesteres) el Foro Económico Mundial, que sin duda reunirá a las élites políticas y empresariales que intentará resolver de alguna manera, los grandes retos que dicen, que pretenden arreglar el mundo.
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Tarea desde luego no les faltará, ante los grandes retos y conflictos que nos rodean, en un mundo cada vez más globalizado y deshumanizado y con una brecha cada vez mas grande entre los mas ricos y los máspobres. Coincidiendo con este foro económico, una conocida ONG nos ha sacudido con un informe más que revelador sobre la desigualdad y la pobreza.
De una manera contundente y con datos significativos se nos dice que la pobreza mata, que el Estado español es el cuarto país de Europa en desigualdad y brecha social, que la pobreza en muchos casos se hereda, que se bajan impuestos a las grandes élites y donde una reforma laboral, que derivaba casi en una explotación laboral, sigue sin derogarse.
Resumiendo: los que más tienen son los que menos dan y que a estas alturas de este artículo, el lector más avezado se irá dando cuenta de en qué manos estamos o hacia dónde nos conducen, los que impiden un reparto equitativo de la riqueza. Suerte pues para los señores de Davos y para el resto de todos nosotros.