La apología del franquismo debería ser delito y estar castigada. La exhibición de símbolos franquistas debería ser delito y estar castigada. Las asociaciones o fundaciones que enaltecen la figura del dictador, como la Fundación Francisco Franco, no deberían existir en un país democrático, y mucho menos recibir subvenciones públicas.
Entretodos
Por el contrario, se desobedece sistemática y gravemente la Ley de Memoria Histórica por parte de determinados alcaldes y otras autoridades públicas -nostálgicos franquistas- ante su negativa de retirar las placas de calles y plazas de un sinfín de municipios españoles con nombres de destacados personajes del régimen fascista, así como otros monumentos al movimiento. Y aquí no pasa nada.
Y ahora, que está a punto de fallecer la única hija de Franco, se abre el melón de la herencia de la fortuna y el reparto de los títulos nobiliarios acumulados por la familia del dictador mediante el expolio perpetrado al pueblo español durante los 40 años de usurpación ilegal y por la fuerza de las bombas de las instituciones del Estado. Resulta paradójico e insultante para cualquier demócrata que fiscales y jueces pagados con los impuestos de los ciudadanos deban dirimir sobre las cuestiones de la herencia y títulos de esta 'noble' familia que tanto hizo en el pasado, no por el país, sino por su propio beneficio.