Durante estos dos años han tenido lugar muchas huelgas, ya sea por asuntos políticos o por el planeta. Estas huelgas han ido afectando, especialmente, a la educación.
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El curso escolar 2017-2018 fue un curso en donde había una huelga tras otra por la situación política de Catalunya. En el curso 2018-2019 se ha repetido el mismo escenario pero a causa de la demanda del pueblo hacia el Gobierno para que tomen acciones contra el cambio climático. Estas en un principio solamente eran para las universidades, pero hay algunos centros de estudios obligatorios que también han estado participando. Esto sería bueno si en realidad los estudiantes verdaderamente supieran de qué trata y desearan hacer un cambio, pero lo único que les importa es tener un día menos de clase.
Como consecuencia de la reducción de los días lectivos, se pierden horas en las que se podría avanzar y preparar mejor a los estudiantes. Esto especialmente afecta a los estudiantes de bachillerato, quienes se tienen que preparar para la selectividad.
Podría decirse que las huelgas son necesarias para exigir un cambio pero tampoco es bueno que afecten al estudiante con tal magnitud.