Desde hace unos meses me he pasado al bando de mujeres que han sustituido los tampones y las compresas por la copa menstrual. ¿La verdad? Me ha cambiado la vida.
Entretodos
Al inicio era un poco escéptica y tardé mucho en hacer el cambio, pero ahora no volvería a mis viejos hábitos. Es una alternativa muy higiénica y ecológica, no contiene toxinas ni produce residuos. Es práctica, nos permite no tener que estar pendientes para ir al baño y cambiarnos. Y nos da un mayor conocimiento de nuestro cuerpo, nos enseña cómo realmente funcionamos por dentro, algo que no veíamos con los otros métodos.