La aplicación de la sentencia del Tribunal Supremo que reconoce el derecho del personal con contrato de interinidad y un mínimo de cinco años de prestación de servicios a acceder al sistema de carrera y a percibir la compensación económica se ha hecho por fin efectiva, y parece que este año se va a proceder al pago con carácter retroactivo. Se pone fin a uno de los muchos capítulos de agravios comparativos entre los sanitarios, pero se sigue en la dinámica de promover un sistema de confrontación, enchufismos, amiguismos y tratos de favores. Estamos hablando de un 'plus' de miseria que se añade a un salario muy bajo si se tiene en cuenta el grado de responsabilidad que supone un acto médico y la inversión en años y formación que ha sido necesaria para optar a un puesto de trabajo, con aplicación de contratos precarios en muchos casos.

La carrera profesional depende de los años de ejercicio profesional por un lado, de la valoración que hacen tus directores y de la consecución de unos objetivos anuales que te marca la empresa. Tiene en cuenta cursos realizados, trabajos de investigación y docencia. Clasifica a los médicos en 'buenos', 'mediocres' o 'malos' para el Sistema, pero no valoran para nada el grado de empatía y satisfacción de los pacientes con sus médicos, ni la calidad de sus cursos clínicos. Un paripé para no pagar lo que es justo y hacer ver que se aplican unos controles de calidad asistencial según unos parámetros que premian el ahorro, más que intentar mejorar la propia salud de los pacientes.

La carrera profesional tal y como esta planteada es una estafa y es ofensivo para el profesional mal pagado que asume una gran responsabilidad y en muchos casos con contratos basura. Hay que romper este circulo perverso, pagar a todos los profesionales que tienen las mismas cargas de trabajo el salario justo que corresponde, sin crear diferencias por tipos de contrato ni años de experiencia.