Hoy al levantarme y mirar el teléfono he decidido desinstalar WhatsApp. Estoy cansado de no poder mantener una conversación normal por teléfono. Me he dado cuenta de que se está perdiendo el calor del contacto humano. Estamos automatizados, funcionamos como robots. Por eso he decidido hacer huelga durante 48 horas, así si alguien necesita de mí ya sabe que con una simple llamada telefonica recibirá una respuesta muy cordial y podré volver a sentir el placer de escuchar una voz al otro lado del teléfono.
Entretodos