Ya lo han conseguido. Pablo Iglesias ha dejado la política. Vía libre para que los de siempre tengan el camino limpio sin sobresaltos, sin que nadie cuestiones sus ideas o imposiciones, sin tener que aguantar una imagen que para según quién era ofensiva. Me pregunto por qué los partidos de siempre tienen tanto miedo a las nuevas ideas, se aferran a ver la política con esas miras arcaicas que no dejan pasar aires nuevos. Supongo que hay muchos intereses creados alrededor que sobrepasan mi conocimiento. Tras aguantar acosos, desprecios, insultos, amenazas, envíos amenazadores anónimos a él y a su familia, pasará seguramente a una vida más tranquila. Nadie tendría que ser tratado con esa falta de respeto, no va en el cargo. Era de los pocos políticos a los que yo podía escuchar, hablaba claro y se hacía escuchar con sus argumentaciones y además dialogaba; no gritaba, pero eso no vende, ya se ha visto.