Quiero dedicar estas palabras de agradecimiento a las plataformas de 'streaming'. Gracias a ellas tengo una oferta televisiva amplia que evita que tenga que ver cualquiera de las porquerías que emiten en las televisiones privadas que ocupan la TDT.
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Y no hay más televisión basura que la que afluye de Mediaset, grupo audiovisual que, lamentablemente, es tan nocivo como la droga. Se nutre de una programación que 'deseduca' y hace involucionar a la sociedad. Abanderados de todas las causas un lunes y desacreditados el martes, cuando defiende las contrarias.
Hoy toca ser feminista, vamos a defender 'a muerte' la causa de Rocío Carrasco. Vamos a despedir a su exmarido por presunto maltratador. Todos con el lazo morado y a sumar adeptos. Traemos a una experta en violencia de género, mujeres empoderadas, profesionales y demás que den seriedad al tema. Pero... y con el patriarcado, al que defienden muchos, ¿qué hacemos? Vamos a defender el feminismo con feministas tan contrastados como Kiko Matamoros, el 'conde' Lecquio, Ana Rosa Quintana, Lydia Lozano, María Patiño, Gema López o una serie de personajes algunos de los cuales, incluso, han sido procesados por, anda, violencia de género...
Y vamos a dar voz a la mujer del presunto maltratador. La fichamos para un 'reality' para que las vaya soltando. Y encima, al chivo expiatorio que utilizamos para potenciar nuestro neo-feminismo lo torturamos contratando a sus hijos y haciéndolos aparecer en pantalla jurando amor eterno a la 'consentidora'.
Al final todo es tele, pero esa sociedad 'deseducada' e involucionada ya se lo ha creído todo. No hay vuelta atrás. Si existe algún resquicio de esperanza, no os demoréis, contratad alguna plataforma. Ver 100 veces Batman & Robin es muchísimo más sano que cinco minutos de 'Sálvame'.
Gracias a Netflix, Movistar +, Prime Video, Disney +, HBO y demás por permitirme ver infinidad de series, películas y eventos que me mantienen a años luz de Mediaset.