Hace unos 15 días tuvo lugar el tradicional festival RockFest en el parque de Can Zam de Santa Coloma de Gramanet. Muchos vecinos de la ciudad y de la zona se quejaban del ruido constante que había y de que este no les dejaba dormir, y también criticaban la indumentaria de los asistentes.
Entretodos
Como vecino que soy de la ciudad, que además vive a escasos metros del recinto donde tuvo lugar el concierto, no observé ningún tipo de incidente, y la música apenas se oía. Además, el hecho de que viniera bastante público, de todos los lugares del país y de gran parte del extranjero, favoreció a la economía del barrio y de la ciudad, donde, debido a la pandemia de covid-19, se sufrió una importante crisis a nivel económico de la que se está recuperando. Antaño, en el mismo recinto del Rockfest se celebraban otro tipo de conciertos, de género musical totalmente distinto, y además asistía un público totalmente diferente al del Rockfest.
Por tanto, la conclusión es que hay que respetar todos los géneros musicales. No se puede tampoco prejuzgar al público que asiste a estos conciertos por su indumentaria y por sus gustos. Y si molesta el ruido, hemos de ver siempre el aspecto positivo, que es la duración del evento, que será solo de unos días, y de la importante repercusión a nivel económico que tendrá el concierto para la hostelería de la ciudad.