En los últimos años, he notado una disminución en la importancia que se le da al diseño y la belleza en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, desde la arquitectura hasta la moda y el arte.
Entretodos
Desde edificios sin carácter y sin gracia, como los nefastos bloques de cemento que sustituyen las majestuosas torres modernistas que ocupaban las calles, hasta ropa confeccionada con materiales de baja calidad y diseños sin originalidad. Incluso el arte parece tener la intención de impactar de forma rápida y efímera.
La estética es necesaria porque nos permite conectar y experimentar, así como mejorar nuestra calidad de vida y aumentar nuestra productividad. Sin ella, se acentúa la falta de creatividad y conexión emocional.
A todo ello, se le puede aplicar solución a través de la educación, la promoción de la belleza y el arte en nuestro día a día. Espero que esta carta sea considerada y se apliquen medidas.