Las calles, los establecimientos o, incluso, los propios medios de comunicación todavía no son accesibles al 100% para las personas con algún tipo de discapacidad, ya sea física, visual o auditiva. Cuando el espacio urbano no es apto para todo el mundo, estamos aislando a este colectivo, en lugar de integrarlo y facilitarles su día a día. Una moto aparcada en una acera o unas obras durante el trayecto al trabajo puede suponer un riesgo, privándoles de su libertad y autonomía. Con estas palabras, pido que nos pongamos en la piel de cualquier persona que pueda tener algún tipo de dificultad en su día a día, ya que tal como dijo Stephen Hawking: “El día que las personas con discapacidad alcancen el bienestar del resto de la sociedad, ese día se podrá decir que la sociedad es completamente civilizada”.
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