La Navidad, o más bien, la época más consumista del año, está cada vez más cerca. En un momento donde están en pleno debate las acciones para minimizar los efectos del cambio climático (pues ya no se habla de pararlo), sería perfecto dejar la hipocresía a un lado, y poder reflexionar en estas fiestas.
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Los residuos que se generan durante estas navidades son impresionantes. No solo los juguetes o regalos materiales y el papel de envolver, la comida que se desperdicia o las luces que consumen energía también tienen su protagonismo. La solución no está en erradicar la Navidad por completo, pero ser más conscientes de nuestro consumo es esencial. Evitar comprar cosas innecesarias o utilizar periódicos para envolver los regalos son acciones que nos acercan más a esta Navidad ecológica.
Ahora más que nunca, nuestras acciones cuentan.