Parece ser que el primer hombre que arribó a este mundo lo hizo con una pequeña muestra del universo debajo del brazo. Se deduce, pues, que la relación del ser humano con un objeto redondo se remonta casi a su aparición en la Tierra. No hay duda de que Diego Armando Maradona hipnotizó y ciñó a millones de espectadores a lo largo del mundo en una pasión desbordante. Un juego mágico que contenía en sus bases la perfección de la esfera, el misticismo de Pitágoras, pero también -quién lo puede negar-el arte de la danza y la sincronía de una orquesta.
Entretodos
No te olvidaremos nunca, Diego.