El turismo siempre se verá afectado en cualquier lugar del mundo donde haya inestabilidad política entre la sociedad.
Entretodos
Las protestas en la calle de cualquier bando promueven inseguridad y los gobiernos tienen la obligación de velar por todos los que estén a favor y en contra.
En Catalunya, el Govern solo mira para un lado, el del separatismo, y con esa mitad pretende imponérsele a la otra.
Catalunya necesita un presidente que hable con los dos bandos por igual y que deje al margen su xenofobia con los que no piensan como él.