En respuesta a la carta de Eric Romera publicada el 29 de diciembre, quería decir primero que le comprendo. Yo no tengo diagnosticada ninguna enfermedad mental, pero he conocido a muchas personas que sí. Y puedo decir y digo, que con la experiencia que tengo, suelen ser personas con una inteligencia y amabilidad superior a las personas que se consideran ‘normales’.
Entretodos
Pienso que la forma con la que se refiere la sociedad a las personas con una enfermedad mental no es más que el miedo a tener una y no saber cómo asumirlo. Ocurre en nuestro entorno más cercano, desde familiares, amistades o compañeros de trabajo. Una enfermedad mental no debería ser un estigma mayor que las absurdas rarezas de cualquier otra persona.