Vivimos en un frenesí constante, en el que nuestro día a día está ligado a estimulaciones tecnológicas. ¿Realmente alcanzamos un estado de reposo reparador?
Entretodos
Hoy en día, sobre todo para los jóvenes, el descanso es casi nulo. No hemos aprendido a desconectar, ya que vivimos en unos tiempos en que demasiados dispositivos nos atraen a la adicción. Nos bombardean con publicidad, marcas y famosos. Después simplemente podemos seguir sus corrientes, haciéndonos esclavos y, en consecuencia, haciéndonos perder todo nuestro tiempo entre audiovisuales, ya sea con películas, anuncios, teléfonos...
¿Cuándo volveremos a comprender que reflexionar con uno mismo y el dormir las horas necesarias es primordial?