Resulta lamentable que el colectivo de miembros del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil destinados en Catalunya hayan tenido que impetrar la acción cautelar del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para garantizar la vacunación de los agentes, en condiciones de igualdad con los Mossos d'Esquadra, en un comportamiento que el Tribunal califica de apariencia de discriminación.
Entretodos
Vacunar constituye una indeclinable obligación institucional y la asunción por parte de las autoridades competentes de un deber cívico colectivo. No es admisible demorar la administración de la vacuna a servidores públicos que ejercen funciones esenciales y se exponen permanentemente al riesgo de contagio.
En pleno marasmo de la parsimoniosa investidura presidencial, salpicada de retóricos ultimátums, causa perplejidad esa falta de sensibilidad y la opacidad informativa que denota un agravio comparativo en razón a la procedencia o profesión. Comportamiento aparentemente excluyente y sectario que traslada una penosa y deplorable imagen.