Tanto la Agencia Europea del Medicamento como la FDA y el Ministerio de Sanidad dicen que las embarazadas se pueden vacunar contra el covid-19 si los beneficios superan a los riesgos (es decir, siempre) y pueden dar el pecho.
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La Asociación Española de Bancos de Leche Materna afirma en su web que la vacuna es plenamente compatible con la lactancia y con la donación de leche, pero en la web de la Generalitat, a estas alturas, todavía se dicen disparates como que las embarazadas no se deben vacunar (ser sanitaria embarazada y trabajar en urgencias por lo visto es menos peligroso), aunque, por fortuna, si alguna se vacuna por error, "no se recomienda interrumpir el embarazo".
Hay que esperar tres meses después de la vacunación antes de quedarse embarazada, y hay que destetar al bebé antes de vacunarse. En cambio, los donantes sí pueden dar sangre, sin dudas ni vacilaciones, después de vacunarse. Es decir, la sangre de una persona vacunada es completamente inocua, pero su leche y su líquido amniótico son terriblemente tóxicos. ¿Es machismo, o pura estupidez? ¿Cuántas sanitarias más van a morir porque les niegan la vacuna?