En nuestra querida Barcelona tenemos unos niveles de contaminación acústica terribles. No en vano, somos una de las ciudades más ruidosas de Europa. Hay muchos factores, destacando la saturación turística en muchas zonas y el tráfico.
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Pero lo más irritante es que uno de los mayores generadores de ruido viene del propio Ayuntamiento y en horarios nocturnos en los que la gran mayoría de la gente descansa. A altas horas de la madrugada pasan 'los monstruos hidráulicos' que recogen la basura con ruidos que recuerdan a una extracción minera.
En nuestro caso particular, nuestra familia tiene la mala suerte de vivir en el cruce entre la calle Camprodón y Milà y Fontanals. Cada día, alrededor de las 4 de la madrugada, pasa uno de estos ruidosos camiones.
Simplemente reclamamos derecho al descanso. De la misma forma que no nos pondríamos a montar un armario a martillazos a las 4 de la madrugada, exigimos que nuestro ayuntamiento recoja los residuos en una franja horaria que no perturbe el sueño de sus vecinos.