El otro día llovió a cántaros en Barcelona y todo el mundo se planteó si ir a trabajar, a la universidad o al colegio.
Entretodos
Es bochornoso que no pueda hacer mal tiempo; como chispee más de la cuenta, se nos acaba el mundo en 'la gran ciudad'.
El servicio de metro se vuelve loco y cierran estaciones por inundaciones, el tráfico es una locura, los trenes dejan de funcionar.
Otras ciudades del mundo gestionan estas situaciones meteorológicas de manera que quedarse en casa por algo así sea un disparate.
Mucho nos queda por aprender a ser una ciudad eficiente, pero podríamos empezar por no paralizarnos cuando caen cuatro gotas.