Emmanuel Macron lanzó el 11 de junio una advertencia dramática: "Si los graves desequilibrios de la globalización no se corrigen, si la actual fase del capitalismo no pone fin a sus excesos, si la responsabilidad social no vuelve a ser una prioridad, las democracias peligrarán y puede estallar una guerra", afirmó Macron en la sede de Ginebra de la Organización Internacional del Trabajo. El presidente francés reiteró: "Creo que la crisis que vivimos puede conducir a la guerra y a la descomposición de las democracias. Estoy íntimamente convencido".
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Macron formuló un reproche muy severo al actual funcionamiento del sistema capitalista. Según el mandatario francés, el liberalismo político y la economía social de mercado, los cuales permitieron salir de la pobreza a centenares de millones de personas después de la Segunda Guerra Mundial, sufren una crisis profunda que no se ha abordado de verdad. "Se ha llegado a un punto en que la perversión del sistema hace que cada vez sea menos fiel a su nombre, es decir, menos liberal y menos social, pues priman la acumulación de renta y el corporativismo", concluye Macron. Por todo ello, hemos de tener muy en cuenta las afirmaciones del presidente francés si no queremos encontrarnos de golpe con desagradables sorpresas.