Con la pandemia ha surgido un debate acerca de las ventajas y las diferencias entre las ventas 'on line' y el comercio local. En el epicentro de toda esta discusión se ha puesto el ojo sobre Amazon.
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Pues bien, sin lugar a dudas el comercio local se ha de poner en marcha para facilitar las compras a las personas que no pueden desplazarse o tienen sus horarios limitados, pero el comercio 'on line' no es solo Amazon. Hay muchas tiendas físicas que disponen de este servicio y es igual o más asequible que el mismo Amazon.
Sin embargo, Amazon es la primera empresa 'on line' que ha sido denunciada por Amnistía Internacional por sus presiones a los sindicatos, trato a sus trabajadores y el fraude de los falsos autónomos. Además, hay que tener en cuenta que los pequeños comercios que venden a través de esta web pagan hasta un 20% de comisión a la empresa, después han de tributar el IVA y, de los pocos beneficios que obtengan, aún les queda pagar el IRPF (sobre el 20%). O sea, se convierten en 'franquicias' pobres de Amazon y trabajan, básicamente, para ellos. En cambio, Amazon, de ese 20% apenas tributa nada, pues sus sedes están ubicadas en paraísos fiscales. Por lo tanto ese dinero que se va fuera del país, jamás vuelve. Hagan números. Comprando en su barrio o ciudad, y si se puede productos 'made in Spain', ganamos todos.