Cada vez más parejas deciden casarse haciendo antes ingeniería financiera para solventar los problemas económicos domésticos. La factura de la luz es un motivo más para lanzarse. Invitan a un gran número de personas para que estos disfruten del banquete con barra libre de alcohol a la vez que depositan el sobre oportuno con la cantidad correspondiente para "cubrir el menú nupcial", aunque los tortolitos antes hayan mirado de elegir el más acorde con su bolsillo. Luego pasan a recoger la voluntad para el viaje a un sitio exótico al otro lado del charco, y los amigos les han montado antes la despedida de solteros, otro pellizco que no consta declarado en la necesaria Hacienda pública. Finalmente, la aportación de los familiares más cercanos, esos voluntarios donantes de felicidad, normalmente en forma de más dinero.
Entretodos
Los recién casados se van de viaje y cuando vuelven deciden que ese paso hacia la unión espiritual debe consolidarse con la entrada de la letra de un coche nuevo por si quieren ampliar la familia, pero siempre teniendo en cuenta los sobres para las mil ilusiones comunicadas a sus allegados, que salen en forma de cubierto del menú.
Luego pasa el tiempo y puede que esa celebración se convierta en ruptura , incluso con alguna fiesta contratada para celebrar la desunión, para nuevamente volverse a casarse y seguir haciendo números para llegar a final de mes, ya sea con la factura de la luz o con el nuevo coche adquirido
Las parejas se eligen; la familia, no. Este hecho propicia que si te sale un hijo o una hija 'economista emocional' deberás complacerlos para que formalicen sus uniones a fin de completar sus sueños con sobres y poder así ver la luz en medio de los preparativos nupciales.