Sufrí el ataque de una gaviota después de la visita guiada en el cementerio de Montjuïc el pasado 16 de mayo. Primero pasó rozándome y seguidamente voló sobre mí, golpeándome en dos ocasiones y defecando en mi cabeza. Luego se posó en los nichos cercanos y se quedó mirándome. Yo me había agachado y saqué el paraguas que llevaba. Al ver que no volvía aproveché para alejarme con el susto en el cuerpo...
Entretodos