En marzo, a miles de españoles de muchos sectores se les aplicó un erte. Ertes que no se cobraron bien, que no llegaron a tiempo y algunos de los cuales aún están pendientes.
Entretodos
Desde mayo a los comercios se les ha permitido subir la persiana con muchas restricciones y menos aforo, hasta ahí aún era soportable. Tanto hostelería como muchos otros sectores han ido esquivando baches durante estos meses, muchos por desgracia no han sobrevivido. Pero, ahora, a esos que aún quedan en pie se les vuelve a condenar al cierre. La sensación ahora mismo es que el Gobierno va dando palos de ciego: un día la economía, otro día la sanidad.
Si después de seis meses no se ha podido establecer un plan digno que vele mínimamente por ambas partes y esto es lo que nos espera continuamente, a ver quién sobrevive.