En una zona determinada de l'Eixample ya no solo debemos soportar a diario los estruendosos ruidos que producen los camiones de recogida de basuras a altas horas de la noche y la madrugada, sino además las fiestas descontroladas que montan en viviendas privadas aquellas gentes que las alquilan ex profeso para tales fines lúdicos, con la complicidad o complacencia de sus arrendadores, en muchos de los casos. Eso cuando no son los pisos turísticos.
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Algunas áreas de Barcelona se han convertido en barrios imposibles en los que vivir con un mínimo de tranquilidad. Y yo me pregunto ¿el Ayuntamiento de Barcelona está al tanto de toda esta problemática? Y lo más importante: ¿piensa tomar alguna medida al respecto en pro del descanso y la salud mental de sus vecinos, los barceloneses y barcelonesas?
En concreto, la zona en que resido se ubica en la calle de Balmes con Rosselló, Antiga Esquerra de l'Eixample. Lo que está claro es que desde hace tiempo las grandes urbes excluyen a la vecindad de toda la vida en beneficio del sistema lúdico y sin control que económicamente se impone a la actividad tradicional del bar de barrio, el comercio de proximidad o el paseo tranquilo por sus calles y plazas.
La verdad es que me estoy planteando, y muy en serio, contribuir a repoblar la España (o Catalunya) vaciada. ¿Ustedes no?