“La tierra para quien la trabaja” gritaban los campesinos a principios del siglo XX cuando los latifundistas usaban la tierra para usos no productivos o explotaban al que la trabajaba. Algo parecido le está pasando al peatón en las grandes ciudades. Se adueñan diferentes artilugios de un espacio que debería ser única y exclusivamente para el peatón. Las aceras se llenan de motos que “solo quieren aparcar”, patinetes que dicen que “ha sido un momento”, bicicletas que “no me he dado cuenta"...
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Se ve el esfuerzo de los ayuntamientos en ordenar los nuevos modelos de movilidad, pero cada día las aceras se llenan de nuevos ingenios que hacen aumentar la siniestralidad y los accidentes con peatones.