Así de simple: si tenemos una caja de ratones de color blanco y otra con ratones de color marrón, es fácil imaginar que si de pronto los soltamos a todos en un espacio común, se arme una debacle. Sin embargo, si en las dos cajas conviven de entrada ratones de ambos colores, después, al unirlos, lo más natural es que continúen actuando igual que siempre, felices y sin sobresalto alguno.
Entretodos
Este ejemplo va dirigido a los catalanes que tozudamente quieren romper con España. Les quiero recordar que, en Catalunya hay muchísimas familias en las que los colores expuestos en el ejemplo anterior son el pan nuestro de cada día. Son familias estructuradas a partir de la unión entre un catalán y una andaluza o de un riojano con una catalana (las combinaciones son múltiples).
Desde aquí agradezco a todos los independentistas partidarios de la ruptura que piensen en todos nosotros. Somos muchos y tendríamos que ser reconocidos. Una realidad que se estructuró a partir del amor entre dos personas de procedencias distintas pero que después, con el tiempo, nos llevó a entender, y también a amar, la tierra del otro. Por lo tanto, a todos nosotros la ruptura nos inquieta. Así de simple.