Soy la mujer de un estibador portuario de Santa Cruz de Tenerife, y en estos días donde el trabajo de los estibadores se ve por algunos medios tan descalificado, me siento confundida. Se está haciendo un juicio de valor equivocado en relación a las condiciones de trabajo de los estibadores y sus "privilegios". La verdad es que trabajan los 365 días del año, haga frio, calor, llueva o haga viento, jugándose la vida en muchas ocasiones.
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Están luchando porque un decreto ley que restringe sus derechos como trabajadores no salga adelante. Porque el Gobierno dialogue de verdad. Que la gente no se engañe hasta ahora solo han hecho imposiciones. Los estibadores no se niegan a que se liberalice el sector, pero este decreto ley hace que sus contratos vayan al despido. Y siendo una empresa privada, que esos despidos se paguen con dinero público, el tuyo y el mío, no es lógico. Porque estamos olvidando, cuando juzgamos sus supuestos privilegios, que son una empresa privada.
Entonces de que trata la ley, ¿de acabar con 6.000 empleados que hay en toda España? ¿Por qué? Si el sistema portuario español es el más productivo de Europa. ¿Por que no se respeta lo que funciona? O mejor dicho: ¿A quien le interesa romperlo? La respuesta es sencilla, según la ley que quieren interponer se va a dar título de estibador portuario a cualquiera que acredite ser tripulante de un barco. Es decir si viene un barco chino y su tripulación, podrán descargarlo ellos mismos. Entonces ¿Qué empleo va a generar? ¿A quién va a generar empleo? O mejor ¿Quién se beneficia de todo esto? ¿Qué clase de seguridad va a tener la manipulación de mercancías? ¿Que rendimiento va a tener?
Solo pido que reflexionen sobre los juicios de valor que hacemos con los derechos de otros. Que se sepa que hay familias enteras detrás de esos trabajos y que la gente que vive indirectamente del puerto también se verán afectadas si la producciones bajan.
No nos olvidemos que la clase obrera es la que levanta y sostiene este país con su trabajo.