Con el final anticipado de la legislatura del presidente Pedro Sánchez y con la inestabilidad política reinante en Catalunya, ahora nuevamente los ciudadanos estamos llamados a unos comicios, el próximo día 28, cuyo resultado será crucial para la gobernabilidad del país. Con la desaparición del bipartidismo y la incorporación de nuevas fuerzas políticas, cambia el mapa político del país.
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Evidentemente, tras el 28-A, habrá pactos, y los ciudadanos y trabajadores tienen que ser conscientes del peligro que conllevaría una coalición o tripartito Partido Popular, Ciudadanos y Vox al frente del país. Podría tener consecuencias imprevisibles.
Estos últimos días estamos observando las declaraciones del señor Casado y el señor Lacalle sobre algunas de las medidas económicas y políticas que piensan tomar si llegan a gobernar: desde no revalorizar las pensiones, sino recortarlas, hasta la privatización; las medidas políticas que ya avisan que van a aplicar; un artículo legal constitucional que puede perjudicar a la ciudadanía, y pone en peligro las libertades políticas de las personas.
Es importante y necesario que la mayoría de ciudadanos acudan a las urnas, que estén debidamente informados, y sean consecuentes con el voto que van a emitir. Antes de que muchos ciudadanos se lamenten de los resultados, tienen que entender que un elevado abstencionismo evidentemente beneficiaría claramente a una opción política determinada, de las varias que se presentan.