REUMATOLOGÍA Y ONCOLOGÍA

La osteoporosis provocada por el tratamiento del cáncer de mama se puede prevenir

La Sociedad Española de Reumatología (SER) estima que aproximadamente 1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica en su vida.

La osteoporosis provocada por el tratamiento del cáncer de mama se puede prevenir.

Rebeca Gil

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La osteoporosis es un trastorno generalizado del esqueleto que provoca una alteración de la resistencia de los huesos. Este debilitamiento óseo predispone a las personas de más edad a tener un mayor riesgo de fracturas, especialmente de:

En España se producen unas 25.000 fracturas al año a causa de la osteoporosis.

La Sociedad Española de Reumatología (SER) estima que aproximadamente 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica en su vida, de acuerdo con el estudio EPISER, sobre la prevalencia de las enfermedades reumáticas en nuestro país.

Pero la edad no es el único factor que provoca la osteoporosis. En el caso de las mujeres, padecer cáncer de mama también puede provocar y aumentar esta patología

Cáncer de mama y osteoporosis

Afortunadamente, en las últimas décadas, el cáncer de mama ha sido una de las patologías con mayor evolución en su tratamiento, permitiendo afrontar mejor su abordaje terapéutico global y la esperanza de vida de las personas que lo padecen. 

Pero el abordaje de este tipo de cáncer puede afectar a la salud ósea de la mujer. Y como explica la doctora Núria Guañabens, consultora sénior del Servicio de Reumatología del Hospital Universitari Clínic de Barcelona:

  • "El principal motivo es la supresión ovárica prematura en las mujeres premenopáusicas y el tratamiento con inhibidores de aromatasa (tratamiento hormonal que reduce el nivel de estrógenos en las mujeres con cáncer de mama) en las mujeres posmenopáusicas”, . 

En cambio, “la quimioterapia tiene un escaso efecto directo sobre el tejido óseo, y afecta la salud ósea básicamente como consecuencia del fallo ovárico prematuro y del efecto de los glucocorticoides, más que por un efecto directo sobre el tejido óseo, aunque algunos citostáticos como la ciclofosfamida, que reduce la formación ósea, y la doxorrubicina pueden afectar de forma directa el remodelado óseo”, añade la experta. 

Pero hay una buena notica y es que estas consecuencias negativas sobre los huesos se pueden prevenir:

  • "Tratando precozmente con antirresortivos (tratamientos que impiden la degradación del hueso) a las mujeres premenopáusicas con supresión ovárica y a las mujeres posmenopáusicas tratadas con inhibidores de aromatasa”, explica la doctora Guañabens.

1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica en su vida.

Por ello, es muy importante la colaboración multidisciplinar entre Oncología y Reumatología para tratar de manera precoz y de la forma más efectiva posible a las pacientes con cáncer de mama, ya que este tratamiento debe ser personalizado en cada una de ellas.

Por ejemplo, la especialista en reumatología concluye que:

  • "La selección del tratamiento antirresortivo en las mujeres posmenopáusicas tratadas con inhibidores de aromatasa dependerá del objetivo: denosumab es de preferencia en la prevención de fractura y los bisfosfonatos son de preferencia cuando la recurrencia de la enfermedad es el principal objetivo además de la salud ósea”.

Además, insiste en “la importancia de conocer bien la patología ósea de las mujeres con cáncer de mama y su manejo, porque es una consulta frecuente en nuestra práctica clínica diaria”.

Vitamina D en la prevención de la osteoporosis en el cáncer de mama

Curiosamente, en España, el país del sol, más del 50% de la población sufre déficit de vitamina D. Esta vitamina es esencial para la salud de los huesos, ya que es la encargada de favorecer la absorción intestinal del calcio de la dieta. Su falta, entre otros factores, favorece la osteoporosis.  

  • Pues bien, en el caso de las mujeres postmenopáusicas con cáncer de mama, el déficit de vitamina D puede tener consecuencias importantes a nivel óseo, con mayor riesgo de pérdida de densidad ósea y, por lo tanto, de fracturas. 
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Por eso, la doctora Guañabens insiste en la importancia de que las pacientes con cáncer de mama con tratamientos hormonales, “tengan unos niveles de 25-hidroxivitamina D en el rango alto de la normalidad. En este sentido, un estudio realizado en España demuestra que las pacientes con niveles de 25-hidroxivitamina D superiores a 30 ng/mL, y especialmente con valores iguales o superiores a 40 ng/mL, tienen menor perdida de densidad mineral ósea que las que tienen valores inferiores a 30 ng/mL durante el tratamiento”.

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