INFECCIOSAS

La OMS advierte sobre la próxima pandemia: ¿estamos preparados para luchar contra un patógeno “aún más mortal”?

Patricia Guillem, experta en Salud Pública, explica qué deberían hacer los gobiernos para protegernos de futuras pandemias

La OMS advierte sobre la próxima pandemia: ¿estamos preparados para luchar contra un patógeno “aún más mortal”? / Freepik

Rafa Sardiña

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Oficialmente, la pandemia provocada por la COVID-19 terminó el pasado 5 de mayo tras más de tres años de alerta sanitaria. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que la amenaza de “otro patógeno emergente con un potencial aún más mortal” que el SARS-CoV-2. 

Ante esta advertencia internacional, el director general de este organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pide “prepararse” ante de la posibilidad de la aparición de nuevas pandemias y llevar a cabo cambios necesarios para que la respuesta a las futuras amenazas sea más rápida y eficaz. Pero, ¿realmente hemos aprendido algo de la pandemia causa por el coronavirus?

En conversación con este diario, la experta en Salud Pública y Epidemiología de la Universidad Europea de Madrid, Patricia Guillem, señala que “todos los gobiernos a nivel mundial han aprendido que se debe tener una planificación muy específica para prevenir posibles enfermedades emergentes y para saber cómo controlar esa propagación en el caso de que eso ocurra”.

Y es que, a juicio de esta experta, lo que peor se hizo durante los días más críticos fue “la descoordinación de órdenes que se transmitían a la población”.

  • “No se conocía ante qué enfermedad nos encontrábamos y se dieron unos mensajes equivocados por esa falta de planificación y de conocimiento respecto a los planes de actuación”. 

Por eso, resalta Guillem, se debe “invertir en Salud Pública” puesto que se “ha demostrado que estamos a merced de cualquier tipo de microorganismo patógeno de tipo transmisible y eso demuestra que tenemos que tener entre todos una gran coordinación y debe haber un equipo formado, no solo en enfermedades que afectan a los humanos”.

One Health: una sola salud humana, animal y ambiental

Patricia Guillem apuesta por el fenómeno One Health, un concepto cuya traducción literal es “una sola salud” para demostrar que la salud humana y la animal son interdependientes y requieren un planteamiento global de colaboración. “Respecto a esa única sola salud, debemos contribuir todos los profesionales sanitarias, no solo los médicos y epidemiólogos”.

  • “La mayoría de las enfermedades que preocupan a la Organización Mundial de la Salud viven actualmente en reservorios animales que, a través de la zoonosis, se produce un contagio animal-personas. Por eso, es fundamental incluir a veterinarios, farmacéuticos, especialistas en virología, inmunología…”.

Es una realidad, remarca, que las enfermedades que hoy en día podrían provocar una alta letalidad en la población, están en animales. Por ejemplo, el virus del Ébola, de Nipah (que se transmite de cerdos y murciélagos a humanos) o de Zika (transmitido por los mosquitos).

  • “Son enfermedades endémicas, típicas de determinadas zonas geográficas que, debido a la globalización, podría afectarnos en un corto espacio de tiempo, como se demostró con la aparición de la COVID-19 en China”.

¿Qué enfermedades son una amenaza para el mundo?

En la lista de vigilancia para las actividades prioritarias de investigación y desarrollo, la OMS apunta cuáles son los patógenos que suponen una amenaza elevada para la población:

  • Virus del Ébola. Es una enfermedad rara, grave y muy letal. La infección se adquiere por contacto con animales infectados, contacto con otras personas infectadas (a través de la saliva, orina, heces o semen) o con objetos infectados como ropa o sábanas. Los primeros síntomas son fiebre, cansancio y dolor de cabeza. El tratamiento consiste en medicamentos intravenosos y hay una vacuna afeciaz para el Ebolavirus Zaire.
  • Virus de Zika. Los casos han disminuido notablemente a partir de 2017, pero la transmisión continúa en países de América y otras regiones endémicas. La peor de las noticias es que no existe un tratamiento para la infección por este virus ni para las enfermedades a las que se asocia.
  • Virus de Nipah. Se trata de un virus zoonótico cuya tasa de letalidad se sitúa entre el 40 y el 75%. Puede transmitirse a los humanos a aprtir de animales como murciélagos y cerdos, aunque también entre humanos. No hay medicamentos específicos para esta enfermedad.
  • El síndrome respiratorio de Oriente Medio por coronavirus (MERS-CoV). Fue detectado por primera vez en Arabia Saudita en 2012 y produce fiebre, tos y dificultad respiratoria. El 35% de los casos de pacientes notificados a la OMS han fallecido.
  • Síndrome agudo severo (SRAS). Es una enfermedad respiratoria viral que se detectó por primera vez en Asia en 2003. Se propaga por el contacto estrecho con infectos o por tocar objetos contaminados. Se propaga a través del aire.

El impacto en el mundo “dependería el tipo de enfermedad” y “no se puede generalizar”. No obstante, un solo caso de ébola “conllevaría una importante alerta sanitaria por el grado de transmisibilidad que tiene y también la falta de preparación que podemos tener para responder ante enfermedades tan variadas”.

  • “Ahora mismo tenemos un buen aprendizaje sobre un patógeno de tipo respiratorio, COVID-19, pero lo que nos quieren decir de la OMS es que no debemos bajar la guardia, porque lo importante es continuir invirtiendo en formación, prevención e investigación”.

Red Internacional de Vigilancia de Patógenos

La OMS ha anunciado la puesta en marcha una red mundial de ayuda para proteger a la población de las enfermedades infecciosas a través del análisis de la genómica de patógenos. Hablamos de la Red Internacional de Vigilancia de Patógenos (IPSN). Se trata de nueva herramienta para facilitar la comunicación entre diferentes países y regiones y que pretende mejorar los sistemas de recogida y análisis de muestras.

¿Qué hemos aprendido los ciudadanos de la COVID-19?

Lo que hemos vivido “no se va a olvidar” aunque la enfermedad haya tomado otro rumbo. De hecho, hay expertos que ya han comparado el SARS-CoV-2 con la gripe y la famosa “gripalización” de la enfermedad”.

El mayor aprendizaje “es que trabajando todos juntos se puede conseguir una serie de objetivos en salud, pero que también es muy importante hacer caso a las autoridades sanitarias”. “Surgieron una serie de vacunas en tiempo récord y eso demuestra que cuando hay un interés mundial la investigación se acelera”.

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Es fundamental “no olvidar las dosis de recuerdo”, ya que hay grupos poblacionales que están más desprotegidas, e invertir en uno mismo con un envejecimiento activo: buena alimentación, ejercicio físico, evitar hábitos tóxicos como el alcohol o el tabaco, porque “envejecer en malas condiciones en un plato fácil para cualquier tipo de enfermedad”.

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